El "Pata de fusil"
dormía sobre las hojas secas
y en el reflejo de la luna
vio que en la copa de ese árbol
el pájaro de la tempestad
colocaba sus crias;
era tiempo del otoño
en esos valles profundos.
Debía dejar la antigua casa,
sentía en lo hondo
la marca fluvial del llanto;
hacia nudos, llenaba cajas,
le parecia enterrar su vida pasada,
cada una contenía sus minutos,
días, noches, años,
como ventoleras de infinito
acariciaba esos ataúdes de cartón .
Las horas una a una,
segundo a segundo
se llevan un poco de su ser
para alimentar
la nada de un mañana.
la nada de un mañana.
AOC ® 2017
Gráfica: Karolina Staroduba // Malika Favre // Juliette Roche
No hay comentarios:
Publicar un comentario